Miguel y su hijo, de unos diez años, esperan afuera del Hospital de la Comunidad de Coatepec, mientras su esposa es atendida para dar a luz a su segundo pequeño.
Ambos carecen de cubrebocas y se encuentran en un lugar donde las medidas sanitarias para evitar contagios de SARS-COV-2 (COVID-19) parecieran no existir.
Los familiares de pacientes no pueden permanecer en la sala de espera del nosocomio, como parte de las medidas del lugar para evitar aglomeraciones; sin embargo, el riesgo es latente para la gente que está afuera.
Más de 10 personas se observan en las inmediaciones del hospital. La mayoría no respeta la distancia de 1.5 metros. Algunos, además de Miguel y su hijo, tampoco portan cubrebocas. Mucho menos usan gel antibacterial.
Otros familiares de pacientes sí cuentan con protección facial pero esperan sentados sobre la banqueta, ante la falta de espacios.
“Los pacientes sí están bien, tienen el gel antibacterial, te ponen en las manos antes de entrar. La distancia sí la respetan, tienen un metro de distancia entre las personas, pero eso es solo al interior del hospital”, recuerda Miguel.
Él y su familia viven en la localidad Pacho Viejo, cerca de donde se encuentra el Centro de Reinserción Social (Cereso) y las salas de juicios orales del Poder Judicial del Estado de Veracruz.
Tienen que viajar 8.8 kilómetros de su comunidad a la cabecera municipal, unos 25 minutos en autobús, cuando requieren atención médica.
“La gente se concentra afuera, estamos como en bolita, porque realmente no hay espacio, sería necesario un espacio para los familiares que estamos aquí. Aquí afuera hay riesgo de contagio por COVID-19”.
Miguel y su hijo tendrán que pasar la noche sobre la acera, en caso de que su esposa, después del parto, no sea dada de alta, este martes. No tienen familia, ni recursos económicos para pagar una noche de hotel.
Aunque en dicho hospital no son atendidos casos de COVID-19 por disposición de la Secretaría de Salud de Veracruz, las personas consideran que el riesgo de contagio es latente por la aglomeración de personas afuera de las instalaciones.
Fuente: El Demócrata