La pandemia por Covid-19 puso al descubierto el grave problema en materia de salud que se vive en las comunidades rurales y de población indigena se carece de infraestructura para atender una situación como la que actualmente se vive destacó Javier López Ortega, de la Unión Campesina Indígena Nacional.
Por citar un ejemplo de lo anterior, mencionó al municipio de Chicontepec, el Valle de Uxpanapa y la sierra de Zongolica, donde los servicios de salud son precarios.
Además, los pocos servicios con los que se cuenta en esos lugares incrementaron su valor.
“No tienen acceso a una prueba, las pruebas son costosisimas y si hubo muertos.
El tema se volvió polémico porque también hubo discriminación y no lo querían decir, no querían hacerse la prueba, no había acceso a la salud y el gobierno no estaba preparado, no estuvo preparado para afrontar la pandemia en las comunidades rurales”.
A lo anterior se suma el hecho de que muchos campesinos no podían quedarse en casa puesto que tenían que trabajar en sus cosechas, lo que los expuso a contagios.
“La pandemia llegó a las comunidades 3 meses después, todavia esta, hay comunidades donde murieron 10, 20 personas, en otras cientos, no hay una estadistica, porque no tienen acceso (a servicios médicos)”.
Ante las carencias que se tienen en este rubro, la medicina tradicional fue la opción que siguieron muchos de ellos, para mitigar los efectos del Covid-19.
