Agasajó con platillos exquisitos a los invitados al bautizo de su hijo, entre ellos Chiquiyunes y Miguel Ángel Yunes Linares.
- El edil sanandresino aprovechó para tratar de posicionar en el ánimo de los Yunes a su alfil Aristedes Mantilla, lo quiere de sucesor.
San Andrés Tuxtla, Ver.- Como en los viejos tiempos de la abundancia y los excesos de la clase política, el alcalde de San Andrés, Octavio Pérez Garay, lanzó la “casa por la ventana” para celebrar el bautizo de su hijo Octavo, y agasajar sin límite a sus invitados, entre ellos a Miguel Ángel Yunes Márquez, a quien hizo compadre, y al exgobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares.
El magno evento tuvo lugar este sábado, en la cabecera municipal. La misa religiosa se realizó en la parroquia de Santa Rosa de Lima y la recepción en un fabuloso salón para un reducido grupo de 30 invitados, pero para los cuales se brindó un exquisito menú de seis tiempos que bien podría envidiar la Reina Isabel o el mismísimo Donald Trump.
El exdiputado local y expriista, a quien se le recuerda más por abandonar su curul para asistir al Mundial de Fútbol de Brasil 2014, que por su labor como representante popular, aprovechó la ocasión para tratar de congratular ante los Yunes, a su alfil, el constructor Aristedes Mantilla para ser considerado para la alcaldía de San Andrés en el próximo proceso electoral.
Al presidente Sanandresino no le importó ni la pandemia ni la pobreza que enmarca a muchas comunidades del municipio que gobierna, organizó y realizó un festín épico para la presentación ante la iglesia católica y ante la sociedad, a su heredero. Pocos recuerdan un agasajo de tal índole en esta localidad, pero a Tavo Pérez las críticas le importan poco si logra que su allegado participe en la contienda municipal y gane la alcaldía para que le cubra las espaldas.
Desde luego, esta fiesta fue sumamente privada y se adoptaron medidas restrictivas para el personal que servió el banquete, como el no portar celulares para evitar evidencias del festín, de los invitados y de los posibles acuerdos políticos que se dieron con los Yunes, sin embargo, trascendió la elegancia de la fiesta y el calibre de los participantes.
