• Tras detectar 52 mdp de daño patrimonial, informa la diputada federal Paola Tenorio que pedirá a la Auditoría Superior de la Federación una revisión al gasto del municipio.
• El actuar de la alcaldesa está muy alejado de los principios de Morena.
La diputada federal del distrito XIX, Paola Tenorio Adame, expresó públicamente su enojo con el gobierno municipal de San Andrés Tuxtla, y con la presidenta municipal Elena Solana Calzada, por utilizar al partido Morena ya que en ese instituto político no hay cabida para corruptelas porque sus pocas obras se les están cayendo a pedazos, hay baches por toda la ciudad, desabasto de agua y ley mordaza a los agentes municipales para que no digan algo o, de lo contrario, les quita el apoyo quincenal.
Será interesante ver cómo la alcaldesa resuelve o intenta probar el destino de los más de 52 mdp detectados por el Orfis, ya que la ciudadanía estará muy atenta y es fiel testigo de la nula obra pública, de la falta de un plan integral para garantizar el agua a todo el municipio y de que al ayuntamiento llegan jovencitos (amigos de los hijos de la Presidenta) a cobrar su sueldo, sin desquitar ni un peso o mínimo sacar una copia para hacer la finta que sí chambean.
La legisladora Paola Tenorio ya dijo que hará lo que le corresponde e irá a la Auditoría Superior de la Federación para exigir una revisión minuciosa de cómo se están gastando los recursos en San Andrés Tuxtla. Porque mientras la gente lleva más de cuatro meses sin agua, se dice que en los terrenos de la alcaldesa lo que sobra es el vital líquido al contar con un venero, el cual, “por justicia social” debería cederlo al pueblo para aminorar la escasez.
Se ha escuchado que la ciudadanía ya está harta y que en breve le estarían yendo a reclamar al Palacio Municipal a Elena Solana su ineficaz papel como alcaldesa. Será momento de que la edil se ponga las pilas, se olvide del proceso electoral de 2024, deje de andar promoviendo con recursos públicos a personajes que aspiran a la gubernatura y que ilegalmente tapizaron el estado bajo el pretexto de un libro, del cual nadie sabe si de verdad existe.