Desde 2018, en el estado de Veracruz 495 personas han sido diagnosticadas con alzheimer, la forma más común de demencia que provoca afectaciones a la memoria y otras importantes funciones mentales. En el marco del Día Mundial del Alzheimer, el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud (SS) reportó que la cifra va en aumento año con año, al pasar en 2018 de 201 casos registrados a 222 en 2019.
La enfermedad, de acuerdo con la estadística, en su mayoría la padecen mujeres, pues mientras el año pasado 80 varones fueron diagnosticados, la cifra de mujeres alcanzó las 142.
En lo que va del año en la entidad se han diagnosticado 72 personas con esta enfermedad; de las cuales 27 son hombres y 45 mujeres. En cuanto a la edad, los estudios señalan que aunque hay casos alrededor del mundo en los que personas de 20 o 35 años sufren este mal, la mayoría de los pacientes enferman a partir de los 60 años.
Diagnóstico difícil
En el Día Internacional contra el Alzheimer, la presidenta y fundadora de la asociación civil “No me olvides”, Rosa Elena Sánchez, admite que las cifras de esta enfermedad no son del todo certeras, pues el diagnóstico no siempre es preciso.
Recordó que el alzheimer es una forma de demencia de la que existen más de 100 tipos, por lo cual se pueden confundir entre sí.
“El alzheimer como tal es muy difícil de diagnosticar, hay otras enfermedades como la presión alta, diabetes, obesidad y demencia, existen más de 100 tipos de demencia por lo que diagnosticar el alzheimer es muy difícil de hacer”, indicó.
De hecho, la única forma de hacer un diagnóstico es mediante la extracción de líquido de la espina dorsal para saber si se tiene proteínas tau, pero esos estudios no están al alcance de todo mundo, son caros porque no son hechos en México. “Yo hace tiempo intenté hacer un estudio para saber si tenía algún gen relacionado con la enfermedad, me tenía que hacer el examen en un laboratorio de México pero debían enviar la muestra a otro país, y tenía costo de 70 mil pesos”, narró.
En México, 800 mil adultos mayores padecen demencia
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, hasta el 2018 se tenían registrados 800 mil adultos mayores con algún tipo de demencia; de estos últimos, ocho de cada 10 padecen alzheimer. Sin embargo, la Asociación Mexicana de Alzheimer y Enfermedades Similares AC señala que la estimación es que para 2025 en México la cifra de personas con esta enfermedad supere el millón.
Asegura que la aparición de la demencia es aproximadamente 10 veces superior a la detectada a principios del siglo pasado, y se espera que el número de personas con demencia grave se duplique en la próxima década.
Señales de alarma
La presidenta y fundadora de la asociación civil “No me olvides”, Rosa Elena Sánchez, explicó que es posible identificar las señales de alarma, por ejemplo, la pérdida de la memoria de corto plazo, así como guardar cosas en lugares que no corresponden: “poner las llaves en el refrigerador o tal vez si me estoy comiendo un pan y me sobra un poco guardarlo en los zapatos o dentro del clóset”.
Además, perder la iniciativa, tener problemas de juicio como salir en un día lluvioso sin sombrilla y decir que no se mojan. Explicó que es necesario darse cuenta de que cuando estas conductas afectan las actividades de la vida cotidiana es momento de ir al doctor. “Si estas cosas empiezan a dificultar cómo vive o cómo hacen las cosas en su casa, es momento de llevarlos al médico”.
Una enfermedad con estigma
Quienes tienen alzheimer aún deben luchar contra el estigma de esta enfermedad, ya que todavía se piensa que quien la padece “está loco”.
“La sociedad los ve como si estuvieran locos y la demencia no es locura, sino la pérdida de las funciones cognitivas como la memoria, la orientación, el juicio, el cálculo”, comentó.
Algunas familias, a pesar de recibir el diagnóstico, no creen que su familiar tenga la enfermedad y eso ocasiona que no inicien el tratamiento a tiempo. “No sabemos cuántos hay registrados por la confusión en el diagnóstico, platico con psiquiatras y me dicen que a veces la familia [asegura] que no es cierto y dejan pasar dos o cinco años para iniciar un tratamiento; es hasta que inician los problemas más graves que empiezan con el tratamiento”, comentó.
Explicó que la progresión de la enfermedad puede ser de 18 a 20 años, y el tratamiento consiste en medicamentos que ralentizan el proceso de la misma, pero que no la revierten; sin embargo, consideró que la calidad de vida puede mejorar.
“Son medicamentos que ayudan a dejar de tener alucinaciones o agitaciones para estar más tranquilo, en eso consiste el tratamiento; antes era caro, ahora no, las pastillas costaban mil 800 pesos, ahora 600”, indicó.
Fuente: La Jornada de Veracruz