Este 3 de septiembre se cumplió un año del cambio en la titularidad de la Fiscalía General del Estado, siendo Verónica Hernández Giadiáns, la primera mujer en ocupar el cargo.
Tras 12 meses en su encomienda, la Fiscal General, a través de un mensaje en redes sociales, señaló que se tomaron acciones inmediatas, encaminadas al fortalecimiento institucional, a fin de que su funcionamiento se rijiera por los principios de legalidad, honradez, objetividad, profesionalismo, autonomía, rendición de cuentas, pero sobre todo con estricto respeto a los derechos Humanos.
Destacó que en la actual Fiscalía General, se implementó un nuevo modelo de Procuración de Justicia, diseñado para llevar a cabo de manera oportuna la investigación de los delitos, en un esquema de total coordinación con los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y con el apoyo y la colaboración de las fuerzas federales.
Recordó que desde el pasado 15 de enero en la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, la Fiscalía colabora de manera permanente en el intercambio de información e inteligencia en materia de procuración de justicia.
“Mediante este esfuerzo conjunto, se han obtenido resultados importantes en beneficio de la sociedad logrando reducir la incidencia delictiva y atender oportunamente temas sensibles como homicidios, feminicidios, desaparición de personas y secuestro, destacando en este último, que gracias al trabajo en equipo se ha logrado disminuir dicho ilícito –en este primer año– un 41% por ciento e incrementar en un 73%, las detenciones en relación con los años 2018 y 2019, habiéndose también, desarticulado 30 bandas de secuestradores”.
Resaltó que tras su llegada a la institución se acabó la simulacion de cifras y la clasificación inadecuada de los delitos a efecto de transparentar la realidad de la incidencia delictiva que ocurre en Veracruz.
Indicó que tras hacer un recorrido por las distintas Fiscalias Regionales se logró la dignificación de espacios de trabajo y la homologación salarial en favor de sus trabajadores y se implementó una política de cero tolerancia a los actos de corrupción y deshonestidad que dañaron a la institución.
Reconoció la necesidad de dotar con mayores recursos a la institución y que aún falta mucho por hacer, pero insistió en que se trabaja sin descanso, sin distingo de ideologías, sin discriminación y apegados a derecho.
“Reitero, que mi actuar siempre se regirá por la premisa juarista que mandata: “al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”, finalizó.