17 días.
Lo que yo pienso.


Juan Javier Gómez Cazarín.

Seguimos en el norte del Estado. Hoy se cumplen 17 días desde aquel viernes brutal, de lluvia intensa, de ríos, arroyos y drenajes desbordados, de patrimonios arrasados, de normalidad arrebatada, de vidas sacudidas y, siempre lo más triste, de pérdida de gente querida.

Y mientras algunos carroñeros -como acertadamente y sin miramientos los llamó la gobernadora Rocío Nahle- se han dedicado a buscar ganancia política con el sufrimiento de la gente, los Gobiernos de la presidenta Claudia Sheinbaum y el del Estado se encuentran concentrados en ayudar al pueblo.

Ajenos a la política y dedicados enteramente al trabajo, los primeros frutos ya se ven. Y la ganancia política que esperaban obtener los carroñeros nunca les llegó.

Por cierto: a poco más de dos semanas, no hay Fonden. No hay Fonden y tampoco hay negocio para los que se hacían ricos robándose el dinero que debía llegar a las personas afectadas por los desastres naturales.

Les voy a decir que sí hay: sí hay apoyos directos para la gente a través del Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural. Este programa, dicho sea de paso, existe ¡desde 2019! Pero de eso no hablan los odiadores de la Transformación del país.

Ahora el dinero no lo maneja el gobierno, ni los contratistas, sino que le llega directo a la gente. Por eso levantamos los censos, casa por casa y persona a persona. Miles de censos. Para que cada apoyo llegue etiquetado a una persona específica. Nadie del Gobierno le mete mano negra al recurso y alcanza para más.

La gente ya empezó a recibir los apoyos que comprometió la presidenta Claudia Sheinbaum. Dinero, despensas, vales para enseres. Habrá dinero para reconstrucción de casas, para reactivar comercios, parcelas y ganadería.

No se ha terminado la chamba, pero vamos por menos, cumpliendo instrucciones de la secretaria Ariadna Montiel y coordinados con la gobernadora Rocío Nahle.

Pd.- ¿Se acuerdan de que alguna vez les platiqué de mis amigos pescadores de Catemaco? El Picudo y su banda de Sontecomapan muchas veces me han ayudado a ayudar a gente que necesita una mano. Pero siempre era en Los Tuxtlas.

Ahora se volaron la barda viniendo hasta acá con cuatro toneladas de pescado fresco, directo de la costa. Robalo, huachinango, sierra, cojinuda y hasta un tiburoncito. Fue un enorme gusto repartirlos entre la gente de Álamo. Neta, amigos así valen más que el oro.

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