Punto y coma / Por Yair Ademar Domínguez
En el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) reconocemos el trabajo y dedicación del gobernador Cuitláhuac García Jiménez para consolidar el proyecto transformador del presidente Andrés Manuel López Obrador. En Veracruz, el mandatario nacional tiene a un aliado que va, a tambor batiente, por la ruta trazada para este cambio de régimen.
A pesar de las adversidades ocasionadas por la pandemia del Covid19, el Gobernador de Veracruz ha realizado importantes obras de infraestructura educativa, que permitan a niños y jóvenes continuar con su educación y así lo dio a conocer en su Segundo Informe de Gobierno en un acto austero, republicano, que resaltó por la gran cantidad de obras que dio a conocer.
Este informe muestra el esfuerzo de todo un equipo de trabajo que junto con el Gobierno Federal, Municipal y las fuerzas armadas han trabajado de manera coordinada para recomponer el tejido social, ofrecer seguridad, apoyar a los más desfavorecidos y brindar mayores oportunidades a niños y jóvenes.
Quienes militamos en MORENA estamos orgullosos de la consolidación de la Cuarta Transformación en Veracruz y reconocemos también, en esta coyuntura, el gran trabajo y esfuerzo que en materia de Salud se ha hecho para hacer frente a la pandemia y ampliar, construir, mantener y modernizar instalaciones hospitalarias que han permitido atender a través de 373 acciones para la reconversión hospitalaria y los Centros de Atención Médica Expandida COVID-19 (CAME-C19).
Morena destaca la labor de Cuitláhuac García Jiménez en la importante inversión de programas sociales que permitan beneficiar al pueblo, sobre todo a los que menos tienen, buscando evitar un mayor endeudamiento del Estado.
Justicia en la 4T
En ese tenor de logros habría que decir que hasta antes de que llegara el gobierno de la 4T al país, México ocupaba el cuarto lugar del Índice Global de Impunidad (IGI-2017) con 69.21 puntos, según un estudio que tuve oportunidad de leer en el plan de trabajo de la Comisión de Justicia del Senado de la República.
Entre las anotaciones al estudio “La Impunidad Subnacional en México y sus Dimensiones IGI-MEX 2018”, elaborado por Juan Antonio le Clercq Ortega y Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, investigadores de la Universidad de las Américas Puebla, los senadores anotaron que el reto para nuestro país al inicio de este cambio de régimen era justamente quitar a México del primer lugar en la lista de países de América latina con el índice más alto de impunidad.
La impunidad se enquistó en México gracias a gobiernos permisivos y corruptos, cómplices de los grupos delincuenciales. No había fronteras, lo ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre delincuentes y autoridades. Todos eran parte de lo mismo. Eso se terminó.
Acabar con la impunidad no es tarea fácil. Implica sanear las instituciones, barrer de arriba hacia abajo, como lo ha explicado el mandatario nacional. Cortar con la impunidad implica hacer justicia, atender a las víctimas y resarcirles el daño que el agresor o delincuente les ha causado.
A nivel nacional se va generando una ola creciente y en las últimas horas hemos sido testigos, por ejemplo, de la orden de detención del ex gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, por los probables delitos de peculado y ejercicio indebido de funciones.
También de la detención del militar José Martínez Crespo, implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un hecho muy lamentable que ocurrió en el gobierno de Enrique Peña Nieto y del que se ha exigido justicia a gritos.
Antes supimos de la detención del General Salvador Cienfuegos Zepeda y de Genaro García Luna, presuntos responsables de diversos hechos delictivos entre los que se encuentran el narcotráfico y la conspiración. En el reino de la impunidad del pasado estos hechos eran inimaginables. Sin embargo hoy son una realidad.
En Veracruz pasa lo mismo. A pesar de esos lazos de complicidad entre autoridades y grupos delincuenciales. A pesar de los coletazos de la delincuencia organizada y de los grupos políticos que quieren sacar leña del árbol caído y de las víctimas de esta batalla que se está librando, los resultados han sido contundentes y están a la vista.
Sólo por referir algunas de las muchas cifras expuestas por las autoridades de procuración de justicia, los secuestros en Veracruz han disminuido en más del 58 por ciento en toda la entidad.
De parte de la Fiscalía las detenciones de presuntos secuestradores han aumentado en un 70 por ciento y se han desarticulado más de 30 bandas dedicadas a esta actividad que tanto afecta a las familias veracruzanas.
La incidencia delictiva está a la baja y Veracruz ha recuperado una mejor posición a nivel nacional en cuanto a los índices de inseguridad. Al cierre del 2020 las metas en procuración de justicia se han superado.
Uno a uno, reitero, a pesar de las dificultades que se han enfrentado y de las agresiones lamentables, como la ocurrida a la alcaldesa de Jamapa, Florisel Ríos Delfín, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez está dando resultados en esta materia, pero tenemos que ver no solo el árbol sino la complejidad del bosque para entender los resultados que en esta materia se están logrando, para bien de los veracruzanos.
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